Hombre fallece en gimnasio por un Paro Cardíaco Súbito

En Iztapalapa, CDMX, un hombre de 74 años se encontraba haciendo ejercicio en un gimnasio, cuando súbitamente se desvaneció y cayó en paro cardíaco. El staff del establecimiento activó el Sistema Médico de Urgencias, el cual encontró al hombre sin signos vitales.

En la Ciudad de México, el tiempo de arribo promedio de una ambulancia oscila entre los 35 y 40 minutos. Según la American Heart Association (AHA), la probabilidad de supervivencia disminuye entre un 7% y un 10% por cada minuto que pasa sin desfibrilación tras un paro cardíaco súbito. Por lo tanto, se recomienda que la desfibrilación con un Desfibrilador Externo Automático (DEA) se realice lo antes posible, idealmente dentro de los primeros 3 a 5 minutos después del colapso, para maximizar las posibilidades de supervivencia.

En el 2024, se registraron 4 paros cardíacos súbitos en esta cadena de gimnasios. Según el comunicado de la Fiscalía de la Ciudad de México, estos incidentes son accidentes u homicidios culposos debido a la falta de protocolos de atención.

La circunstancia ha puesto en el foco la importancia de que las instalaciones de este tipo dispongan de medidas de seguridad y protocolos de emergencia eficaces para salvaguardar a sus usuarios.

Estos establecimientos, no cuentan con servicio médico, ni equipos de Desfibrilación Externa Automática (DEA).

Un Desfibrilador Externo Automático (DEA) es un dispositivo portátil que analiza el ritmo cardíaco y, si es necesario, administra una descarga eléctrica para restablecer un ritmo cardíaco normal en personas que han sufrido un paro cardíaco súbito (American Heart Association).

Los DEAs están diseñados para ser utilizados por cualquier persona, incluso sin formación médica, ya que dan instrucciones de voz y guían al usuario en cada paso del proceso. Su uso rápido y adecuado puede aumentar significativamente las probabilidades de supervivencia cuando se combina con RCP (Reanimación Cardiopulmonar).

El desenlace de estas 4 historias hubiera sido diferente de haber contado con un Desfibrilador Externo Automático dentro del establecimiento.

Es fundamental contar con un Desfibrilador Externo Automático (DEA) en un gimnasio, ya que el ejercicio intenso puede aumentar el riesgo de eventos cardíacos súbitos, incluso en personas aparentemente sanas. Un DEA permite actuar de inmediato en caso de un paro cardíaco, proporcionando una descarga eléctrica que puede restablecer el ritmo normal del corazón. La rapidez en la respuesta es clave, pues cada minuto sin atención reduce drásticamente las probabilidades de supervivencia. Tener un DEA accesible y personal capacitado para usarlo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en una emergencia.

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